TRATAMIENTOS Y ESTUDIOS
¿Qué técnicas realizo a pacientes?
El diagnóstico de endometritis crónica es crucial en determinadas situaciones cotidianas del proceso reproductivo. Esta condición, a menudo subdiagnosticada, puede estar asociada con problemas de fertilidad, como abortos recurrentes y fallos repetidos en la implantación durante tratamientos de fertilización in vitro (FIV).
Definición: la endometritis crónica es una inflamación persistente del endometrio, generalmente causada por una infección subclínica (sin síntomas evidentes) por bacterias comunes (habitualmente presentes en el endometrio). A diferencia de la endometritis aguda, que suele manifestarse con síntomas claros como dolor pélvico y fiebre, la endometritis crónica no suele presentar síntomas evidentes, lo que dificulta su diagnóstico.
Causas comunes: actualmente se admite que está causada por bacterias comunes, al romperse el normal equilibrio que conforma el microbioma endometrial. Las más frecuentes son Escherichia coli, Enterococcus faecalis, Streptococcus spp., o Mycoplasma.
En ocasiones existen desencadenantes previos, como legrados, colocación de dispositivos intrauterinos (DIU) o cirugías uterinas.
La endometritis crónica puede diagnosticarse de dos maneras:
Histeroscopia: no siempre se va a realizar, pues no es una prueba diagnóstica en sí misma.
Biopsia endometrial: necesaria para obtener el diagnóstico, se extrae una muestra de tejido del revestimiento uterino, generalmente en la fase secretora del ciclo menstrual.
Tinción e inmunohistoquímica: la muestra se analiza en laboratorio utilizando técnicas de inmunohistoquímica, con el marcador CD138 para identificar células plasmáticas. La presencia de estas células en el tejido endometrial, en el número mínimo que establezca el laboratorio, confirma el diagnóstico de endometritis crónica.
Impacto en la fertilidad: la endometritis crónica puede ser una causa subyacente de abortos recurrentes y/o fallos repetidos en la implantación durante tratamientos de FIV. Diagnosticar y tratar esta condición mejorará significativamente las tasas de éxito de embarazo.
Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento generalmente consiste en la administración de antibióticos para eliminar la infección subyacente. La elección del antibiótico y la duración del tratamiento dependen de los microorganismos identificados o sospechados. Una vez finalizado, se recomienda repetir la biopsia endometrial para comprobar la resolución completa. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento prolongado o repetido.
Conclusión
El uso del marcador CD138 para la identificación de células plasmáticas en el tejido endometrial ha mejorado significativamente la precisión del diagnóstico de la endometritis crónica. Esto permite un tratamiento más efectivo, mejorando las posibilidades de éxito en el aborto de repetición y/o el fallo repetido de implantación.
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